Proyecto de ejecución del bloque J de viviendas agrupadas "Sa Tanca"

El proyecto se plantea a partir de la definición tipológica de la vivienda tipo, cuyas prestaciones han sido definidas previamente por la propiedad: Son prioritarias las vistas hacia el campo de golf y el asoleo y la privacidad de los jardines y piscinas. Como quiera que las vistas al campo de golf coinciden con la pendiente del terreno hacia el Norte y el asoleo lógicamente viene del Sur, la formalización del proyecto estriba en esa doble orientación de las viviendas. Para ello se proponen dos soluciones tipológicas distintas, ligadas al tamaño de cada parcela. En efecto, la compacidad de los volúmenes construidos es contradictoria con el asoleo de los jardines situados en el lado del valle a fin de disfrutar de las vistas. Y sin embargo una excesiva esponjosidad de los mismos conlleva la renuncia a parte de la edificabilidad posible. De este compromiso nace el proyecto. Una vez fijado el tamaño de las viviendas, alrededor de los 165 m2 construidos, el análisis de la parcela –cortada por el vial de la urbanización- y el tamaño resultante de ambas partes obligan a disponer en profundidad dos bloques de viviendas en cada una de ellas. Para dar acceso a los bloques de segunda fila desde el vial existente se hace necesaria la aparición de unas calles internas. El tratamiento exclusivamente peatonal de dichas calles, semejantes a otras existentes en la misma urbanización, con un carácter más amable que un vial con vehículos, fuerza a la concentración de las zonas destinadas al aparcamiento (mínimo uno por vivienda). El espacio destinado a dicho fin debería detraerse del de las parcelas, debiendo además asfaltar una gran superficie, con merma del espacio natural final. De estas consideraciones y del análisis de la pendiente del terreno natural se deduce la conveniencia de aprovechar el posible sótano para dedicarlo al aparcamiento de vehículos. La idea es que cada vivienda disponga de una plaza en dichos sótanos y que las de superficie se destinen a un uso libre. De esta forma se consiguen ocultar a la vista los vehículos de los residentes -que además se encuentran resguardados de la intemperie- y se dejan unas plazas para visitantes. Las viviendas que se encuentran directamente sobre los mencionados sótanos tienen acceso directo al mismo a través de su escalera interior, debidamente separada del garaje-aparcamiento por un vestíbulo previo, mientras que las que están en los bloques sin sótano disponen de entradas peatonales al aparcamiento repartidas por las calles interiores. Tales accesos son además salidas de emergencia de los garajes. El resultado formal que se pretende obtener con la disposición propuesta es el de una cierta heterogeneidad y movimiento en los volúmenes -huyendo en lo posible de una reiteración excesiva- y una cierta permeabilidad de los mismos para favorecer las vistas, a veces oblicuas, hacia el campo de golf y el asoleo de los jardines. El vial actual que cruza la propiedad tiene en la actualidad 6m. de anchura, aunque la afectación corresponde al vial previsto en el planeamiento, llamado vial de penetración, de 10 m. de anchura total. El proyecto adjunto contempla la totalidad de la afectación, abriendo los pasos hacia las calles interiores y las entradas de los garajes en el encintado de las aceras. También recoge la posibilidad, contemplada en el planeamiento, de no construir la acera del lado montaña, sustituyéndola por una jardinera que recoja el salto entre la calzada y el terreno edificable superior. Esta decisión se apoya en la existencia actual de tal murete, que además contiene la iluminación de la urbanización